¿Qué
puede hacer alguien a quien le encantan las guitarras, si ve una tirada entre
los restos del punto limpio de “vete tú a saber dónde” y la guitarra le susurra
“cógeme… cógeme”?. Pues la coges. Y la guitarra le dice: “obsérvame… obsérvame…”.
Pues la observas. Y acto seguido, y tras ver que está medianamente entera, ella
te dice: “llévame… llévame…”. Pues en un ataque de síndrome de Diógenes
transitorio te la llevas. Y piensas: “Está hecha una pena pero a lo mejor se
puede reparar…”. Y te pones a echar cuentas y piensas que a lo mejor es más
cara la reparación que comprarte la misma guitarra nueva. Pero para tirarla
otra vez, pues tiempo habrá.
Total,
que al llegar a casa la observas más detenidamente. Lo primero y más llamativo:
Le falta el puente. Y parte de la madera de debajo. Primero hay que ver si
venden los puentes para acústicas sueltos. Luego si merece la pena comprarlo. Y
luego si habrá forma de tapar el socavón que han hecho al arrancarle el susodicho.
Por cierto: ¿Hacerle esto a un instrumento (por malo que sea) no está
tipificado en el código penal?. Es como tirar a la basura un libro. Coño, si no
lo quieres, regálalo. Pero bueno. Siguiendo con el relato. Viendo el estado de
la madera, el… (añada el adjetivo que desee) ha debido arrancar el puente con
una tuneladora porque se ha llevado barniz, madera y si metes la mano por el
agujero de la guitarra podrás verte los deditos. Pero imagino que con masilla
se podrá tapar algo. Y luego va a ir tapado por el puente nuevo. Se puede
intentar. En segundo lugar: Le faltan las clavijas. En esta ocasión han sido
más delicados. Las han desmontado sin utilizar explosivo plástico ni nada por
el estilo. Bastará con comprar clavijas nuevas y ponérselas. No hay problema.
Por cierto… ¿Cuánto costarán las clavijas nuevas?. ¿Las venderán de segunda
mano?. Por el resto no hay problema. Tiene el cuerpo lleno de arañazos y
golpecillos sin demasiada importancia como consecuencia de haberle caído encima
alguna que otra tonelada de madera. En cualquier caso la tienes que mirar de
cerca para verlos. La trasera ha aguantado bien los embistes de los sistemas de
reciclaje y del (añada el adjetivo que desee) de su antiguo dueño.
Me
pongo a buscar en San Google. Tras un rato de búsqueda descubro varias cosas:
Primero.- Venden los puentes sueltos. Segundo:- Las clavijas también (esto ya
lo sabía). Tercero.- No había contado con que le faltaban los pines para
amarrar las cuerdas al puente. Otro gasto aunque no demasiado cuantioso. Tras mucho
mirar, al final encuentro un puente por diez euros (¡!!!) de la medida
adecuada. Las clavijas por 14,88 euros (¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡), y los pines por 5 euros.
Total : No llega a treinta euros. ¿Merece la pena?. Además hay que añadir la
masilla para el burejo y las cuerdas… Por precio no sé si merece la pena, pero
me sirve para hacer prácticas de luthier y me dará la satisfacción (si llega el
caso) de tocar un instrumento reparado por mí que estaba condenado al corredor
de la astilla. Además hay que ver dónde está la tienda, si te lo mandan a casa,
los gastos de envío… Pues la tienda está en… San Sebastián de los Reyes… uffff…
¡ah!. ¡¡¡Y en Alcorcón!!!. En diez minutos estoy allí. Pues ya para mañana que
son las doce y media de la noche…
Decido buscar información sobre la guitarra, la marca etc. San Google me pone como resultado "Vete a la mierda". Lo único que he adivinado es que tiene nombre de queso y que las vende una tienda llamada algo así como Corte de Ingles. Yo sé lo que es un corte de mangas pero... Conclusión: Es una guitarra, no barata: lo siguiente. Te pagan en la tienda para que te la lleves. Pero me da tanta pena...
Continuará.
Decido buscar información sobre la guitarra, la marca etc. San Google me pone como resultado "Vete a la mierda". Lo único que he adivinado es que tiene nombre de queso y que las vende una tienda llamada algo así como Corte de Ingles. Yo sé lo que es un corte de mangas pero... Conclusión: Es una guitarra, no barata: lo siguiente. Te pagan en la tienda para que te la lleves. Pero me da tanta pena...
Continuará.
0 comentarios:
Publicar un comentario