sábado, 15 de junio de 2013

Como hacer prácticas de luthier a precio de Cobo Calleja (y no morir en el intento…) (Parte 1)


         ¿Qué puede hacer alguien a quien le encantan las guitarras, si ve una tirada entre los restos del punto limpio de “vete tú a saber dónde” y la guitarra le susurra “cógeme… cógeme”?. Pues la coges. Y la guitarra le dice: “obsérvame… obsérvame…”. Pues la observas. Y acto seguido, y tras ver que está medianamente entera, ella te dice: “llévame… llévame…”. Pues en un ataque de síndrome de Diógenes transitorio te la llevas. Y piensas: “Está hecha una pena pero a lo mejor se puede reparar…”. Y te pones a echar cuentas y piensas que a lo mejor es más cara la reparación que comprarte la misma guitarra nueva. Pero para tirarla otra vez, pues tiempo habrá.

         Total, que al llegar a casa la observas más detenidamente. Lo primero y más llamativo: Le falta el puente. Y parte de la madera de debajo. Primero hay que ver si venden los puentes para acústicas sueltos. Luego si merece la pena comprarlo. Y luego si habrá forma de tapar el socavón que han hecho al arrancarle el susodicho. Por cierto: ¿Hacerle esto a un instrumento (por malo que sea) no está tipificado en el código penal?. Es como tirar a la basura un libro. Coño, si no lo quieres, regálalo. Pero bueno. Siguiendo con el relato. Viendo el estado de la madera, el… (añada el adjetivo que desee) ha debido arrancar el puente con una tuneladora porque se ha llevado barniz, madera y si metes la mano por el agujero de la guitarra podrás verte los deditos. Pero imagino que con masilla se podrá tapar algo. Y luego va a ir tapado por el puente nuevo. Se puede intentar. En segundo lugar: Le faltan las clavijas. En esta ocasión han sido más delicados. Las han desmontado sin utilizar explosivo plástico ni nada por el estilo. Bastará con comprar clavijas nuevas y ponérselas. No hay problema. Por cierto… ¿Cuánto costarán las clavijas nuevas?. ¿Las venderán de segunda mano?. Por el resto no hay problema. Tiene el cuerpo lleno de arañazos y golpecillos sin demasiada importancia como consecuencia de haberle caído encima alguna que otra tonelada de madera. En cualquier caso la tienes que mirar de cerca para verlos. La trasera ha aguantado bien los embistes de los sistemas de reciclaje y del (añada el adjetivo que desee) de su antiguo dueño.




 
      
 
Me pongo a buscar en San Google. Tras un rato de búsqueda descubro varias cosas: Primero.- Venden los puentes sueltos. Segundo:- Las clavijas también (esto ya lo sabía). Tercero.- No había contado con que le faltaban los pines para amarrar las cuerdas al puente. Otro gasto aunque no demasiado cuantioso. Tras mucho mirar, al final encuentro un puente por diez euros (¡!!!) de la medida adecuada. Las clavijas por 14,88 euros (¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡), y los pines por 5 euros. Total : No llega a treinta euros. ¿Merece la pena?. Además hay que añadir la masilla para el burejo y las cuerdas… Por precio no sé si merece la pena, pero me sirve para hacer prácticas de luthier y me dará la satisfacción (si llega el caso) de tocar un instrumento reparado por mí que estaba condenado al corredor de la astilla. Además hay que ver dónde está la tienda, si te lo mandan a casa, los gastos de envío… Pues la tienda está en… San Sebastián de los Reyes… uffff… ¡ah!. ¡¡¡Y en Alcorcón!!!. En diez minutos estoy allí. Pues ya para mañana que son las doce y media de la noche…

Decido buscar información sobre la guitarra, la marca etc. San Google me pone como resultado "Vete a la mierda". Lo único que he adivinado es que tiene nombre de queso y que las vende una tienda llamada algo así como Corte de Ingles. Yo sé lo que es un corte de mangas pero... Conclusión: Es una guitarra, no barata: lo siguiente. Te pagan en la tienda para que te la lleves. Pero me da tanta pena...

Continuará.



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