sábado, 24 de enero de 2015

Empezar de nuevo


      -Un año sin escribir y se me ha hecho corto. Y para volver se me cambian los conceptos y las ilusiones. Cuando empecé con este blog, la idea era tratar de música en español. Y de repente te reencuentras con viejos amigos que te recuerdan que la música es una enfermedad y que, a pesar de los tratamientos y, como toda buena enfermedad que se precie de serlo, toma sus propias decisiones para contigo y hace con tu persona lo que le da la gana. Y eso me encanta. Me encanta estar enfermo. Y que cada día por la mañana haya alguien al otro lado del receptor que se encargue de llenarte las pilas y de enseñarte a base de música y palabras. Ese señor es Jose Antonio Abellán. Le debo una entrada.

         -Pero a lo que iba es a que tanta es mi idolatría por él que suelo hacerle caso. Y recientemente ha recomendado dos películas, o una película y un documental en los que se demuestra lo curiosa que puede ser la música. El documental se llama Searching for Sugarman. Cuenta la historia de una canción, un aficionado y un músico. Alguien escucha una canción lejos de su casa, concretamente en Sudáfrica y decide emprender la búsqueda de ese cantante y compositor desconocido del que se cuentan varias leyendas negras. Finalmente… Y hasta aquí puedo leer. Un documental que descubre a un creador desconocido llamado Sixto Rodríguez y que nos muestra lo injusta, real y maravillosa que puede llegar a ser la música si se hace de verdad. Desconozco si la historia es real y he decidido no buscarlo porque soy de los que todavía sueña con que las melodías que nos rodean salen de algún corazón y no de algún cerebro. Y me gustaría pensar que Sixto vivió su vida musical de la forma que quiso. Una maravilla sólo recomendable para los muy melómanos y curiosos.

Una sinopsis del documental la podéis ver en :http://www.jotdown.es/2013/05/construyendo-a-sugar-man/

 

         -La segunda es una película. Se titula Begin again. Es posible que, como todo producto de Hollywood idealice demasiado el éxito o las circunstancias alrededor de la música pero la historia merece la pena. Muestra cómo pueden romperse los moldes de lo establecido en lo que a la industria se refiere. Una de las cosas que me hacía mucha gracia (o me enervaba, según el día) cuando empezó el acoso a la piratería es que uno de los argumentos que se utilizaban contra ella era que iba a acabar con la música. Evidentemente era mentira. Iba a acabar con la industria. Y así está pasando. Lo que en su momento fue la gallina de los huevos de oro murió para ceder su paso a nuevas formas de grabación, distribución y venta sin la necesidad de intermediarios que fueran “perdiendo” el dinero por el camino. Y la música no murió. Ni morirá mientras alguien tenga la necesidad de rasguear una guitarra o componer una canción. La música lleva siglos entre nosotros y así seguirá siendo. Begin again muestra que no es necesaria la parafernalia que se daba por imprescindible y que las nuevas formas de procesar la música no son ni mejores ni peores. Son simplemente distintas. Y muestra que el proceso desde la composición en una habitación, hasta los arreglos, hasta la grabación y la distribución seguirán existiendo aunque sea de una manera distinta. Repito; quizá se idealice el concepto de la música pero me encantó la película.

Otra sinopsis : http://www.filmaffinity.com/es/film832198.html

         -Debo reconocer que las dos películas no son ideales para el público de masas. Son ideales para creadores, soñadores y curiosos. Si te gustó Ocho apellidos vascos ya te digo que no van por ahí los tiros. Como guinda para el pastel, recomendar la película Chef, con una banda sonora fabulosa y la presencia de Sofía Vergara, lo cual no tiene nada que ver con la música pero te alegra el día. Y que también propone soñar y lanzarse a por los sueños. Y eso en nuestros días falta nos hace.

         -Saludos.

 
 

 

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